QUIÉNES SOMOS       EQUIPO       JORNADAS ANTERIORES       CONTACTO       SUSCRÍBETE

Jorge González, Responsable de Unidad de Impresión Digital Avanzada de ITC

Impresión digital y los ODS 

Ciertamente, mucho ha pasado ya desde la implantación industrial de la tecnología inkjet en el sector cerámico. Las nuevas generaciones darán por hecho que esta técnica decorativa siempre ha estado presente de una forma completamente operativa dentro de la línea de fabricación cerámica. No serán conscientes de que previamente a esta tecnología se tuvo que pasar por tecnologías decorativas como la serigrafía o el huecograbado, donde era necesario preparar barreños o “cocios” de tintas planas, habitualmente exclusivos para cada modelo a fabricar. En muchas ocasiones, y puesto que el mismo modelo no se ponía en producción en meses, la tinta sobrante guardada de la partida anterior debía de tirarse pasado un tiempo puesto que se estropeaba.   

Lejos queda ya la primera revolución inkjet, por definirlo de algún modo, cuyo hito fue poder formular tintas con unas propiedades tanto técnicas como cromáticas adecuadas para el desarrollo de producto cerámico decorado. También se ha superado la fase de desarrollo de aplicaciones para efectos decorativos como brillo, mate, lustre, metalizado, … Y es que, siendo pragmáticos, desde hace ya unos años, da la sensación de que la tecnología inkjet y sus tintas se han convertido en una “commodity”. Es algo que existe per-sé y que no puedes renunciar a tener, como consecuencia de las ventajas productivas que aportan al proceso de fabricación cerámico.  

Si a todo esto se le suma la situación actual de incremento de los costes de la electricidad, del gas y de las materias primas… el riesgo de estancamiento, no sólo de dicha tecnología sino también del sector en sí mismo, todavía es más importante. 

A pesar de la tendencia anterior y como viene siendo habitual, ante cualquier situación crítica, el sector cerámico se recompone y sigue adelante, y cuando parece que ya no queda nada más por hacer, siempre surgen nuevas necesidades e innovadoras y prometedoras propuestas que permiten establecer fuertes sinergias entre los diferentes actores de este “nuestro eco-sistema”. Como tal, donde se pueden encontrar grandes, medianas y pequeñas empresas, y donde unas absorben o se fusionan con otras, lo que verdaderamente prevalece y caracteriza al sector cerámico es el buen saber hacer y el gusto por poner en relevancia productos de alto valor añadido para, mediante el cuidado del más mínimo detalle, se impulse y se apueste por nuevas y pioneras iniciativas que sirvan de espejo donde otros sectores industriales puedan reflejarse.  

En este sentido, y en concreto desde ITC-AICE, abogamos por una estrategia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), que se basa en el compromiso con el Pacto Global de las Naciones Unidas, y que permite conseguir la máxima implicación en ayudar a las empresas a cumplir con los objetivos del desarrollo sostenible (ODS). Como todos conocéis, desde nuestra entidad, estamos todos involucrados con dicha iniciativa (LINK), convirtiéndonos en protagonistas activos tanto en la labor de concienciar e informar a las empresas como en la propia adaptación de los procesos de fabricación a dichos objetivos, mediante el desarrollo de proyectos de investigación e innovación totalmente alineados para conseguir tal fin. 

Como ejemplo de ello, cobran una gran relevancia, la generación y el desarrollo de nuevos productos cerámicos, ya sean baldosas, esmaltes, pigmentos y tintas inkjet, a partir de los componentes sólidos presentes en los residuos de las tintas cerámicas inkjet (proyecto METAMORPH, financiado por IVACE FEDER), y que permiten fomentar un modelo de negocio circular, basado en la sostenibilidad y en el consumo racional de los recursos y de las materias primas.  

Alineado con esta iniciativa, también se encuentran los proyectos LIFE REPLAY, financiado por la Unión Europea a través del programa LIFE y cofinanciado por la Generalitat Valenciana a través de IVACE, o BATECAT (financiado por IVACE), y que persigue, entre otras cosas, la obtención de pigmentos a partir de residuos de baterías usadas. Ambas líneas de trabajo tienen un recorrido esperanzador, obteniendo hasta el momento resultados prometedores y gozando de una implicación industrial de grandes grupos empresariales.  

Por último, cómo no, mencionar el proyecto ECOFILLINK, también financiado por IVACE FEDER, en el que se trabaja sobre la mejora sustancial de la formulación de tintas cerámicas inkjet, así como sobre los envases de plástico, que tanta controversia está generando actualmente, para favorecer el porcentaje máximo de vaciado de su contenido, evitando la generación de residuos. En esta línea, cabe mencionar a la empresa AKCOAT al ser galardonada por el último premio Alfa de Oro en la edición de 2022, por desarrollar un sistema de packaging sostenible para tintas inkjet, 100% reciclable y que permite reducir el plástico empleado en los envases actuales en la industria cerámica. 

Sea como sea, esto sólo es un pequeño ejemplo de lo mucho que queda por hacer. El sector cerámico quiere y desea innovar, no sólo en nuevos productos sino también en nuevos procesos que le permitan ser cada vez más competitivos en este mundo “loco” gobernado por la globalización y las economías de escala. Y porque si no te mueves tiendes a perecer, las inquietudes y la apuesta por lo nuevo son y serán siempre, el motor que impulsa cualquier industria o sector que se precie.      

 

Jorge González

Responsable de la Unidad de Impresión Digital Avanzada del Instituto de Tecnología Cerámica