Javier Sirvent, Technology Evangelist
En un mundo en constante evolución acelerada por la 5nta disrupción evolutiva, el avance logrado por AlphaGo y AlphaFold2 de DeepMind en diciembre de 2020 fueron un hito fundamental en el campo de la biología computacional y marcó un punto de inflexión para una nueva disrupción evolutiva de la humanidad.
En la percepción de la capacidad de la inteligencia artificial para resolver problemas complejos que habían desafiado a los científicos durante décadas. Estos han sido uno de los mayores logros que subrayan la idea de que estamos ya en una era de crecimiento exponencial en tecnologías que pueden provocar un cambio de paradigma en la historia de la humanidad IA y que supera con creces la ley de Moore, actualizada por la nueva ley de Huang.
Metamorfosis radical de la perspectiva de la innovación:
La aplicación de la inteligencia artificial y disponer de un número casi ilimitado de “pequeños Newtons o Einsteins” transformará en muy corto espacio de tiempo el concepto de “salud” (Biogenética Sintética), de la energía o del desconocido poder de todo lo cuántico.
Visión de Futuro:
La resolución de problemas muy complejos y que los “expertos” habían propuesto fechas para que llegasen estos cambios disruptivos como la singularidad en 2045 (Ray Kurzweil) o la llegada de una computadora cuántica comercial u operativa para el 2035; todo esto ha quedado desfasado en tan solo 2 años.
La inteligencia artificial (IA) está revolucionando nuestras vidas mucho más de lo que somos conscientes, transformando cómo trabajamos, nos comunicamos y enfrentamos desafíos globales como la salud o el cambio energético, que podría eliminar en muy pocos años los problemas actuales con el cambio climático.
En el presente, la IA ya tiene el potencial de ser una fuerza positiva para el progreso humano, resolviendo problemas complejos, mejorando la calidad de vida y promoviendo un desarrollo sostenible. Sin embargo, el crecimiento exponencial de la IA trae consigo desafíos éticos, sociales y económicos, como la privacidad de los datos, la seguridad cibernética, la equidad y la inclusión.
Es crucial adoptar un enfoque colaborativo y multidisciplinario para garantizar que la IA se desarrolle e implemente de manera responsable y beneficiosa para todos. Debemos participar activamente a través de la investigación, la educación, la formulación de nuevos modelos de negocio o la adopción ética de tecnologías de IA.
A pesar de estos grandes desafíos (más lo que ahora mismo pocos son capaces de ver), debemos mantener una visión optimista, reconociendo la capacidad de la humanidad para aprovechar el poder de la IA para crear un futuro más brillante y equitativo.
El próximo 11 de abril estaré con vosotros en la 6ª jornada de VIGILANCER, en la que trataré de daros de forma mucho más cercana, cual es mi visión sobre la IA y como la misma va a irrumpido en todos los aspectos de nuestra vida.
El genio ya está fuera de la botella y es nuestro mejor aliado.
