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Bucarofagia

En esta ocasión, traemos hasta esta sección uno de los cuadros más conocidos y enigmáticos del arte mundial para ilustrar una de las costumbres de la nobleza más desconocidas y que está directamente relacionada con la cerámica. Hablamos del cuadro de “Las meninas” del afamado Velázquez.

Como se puede comprobar en este cuadro, la menina Maria Agustina Sarmiento (a la izquierda) ofrece un pequeño jarro de color rojo con agua, conocido como bucaro, a la princesa Margarita de Austria (centro del cuadro). El objetivo no solo era que ingiriera el agua que contenía, sino que, además, se comiera el propio recipiente cerámico, como si de una golosina se tratara.

Hay muchas interpretaciones de esta escena, pero lo que si es cierto es que la bucarofagia era un hecho, buscando como principal objetivo la palidez de la piel, tan valorado como signo de belleza en aquella época. Esta práctica originaba lo que se denominaba entonces clorosis, y se atribuía a una pérdida de glóbulos rojos en la sangre, manifestándose con una profunda palidez de la piel.

Adicionalmente, a esta práctica también se le atribuía otras propiedades, como la de anticonceptivo. Se piensa que debido a la obstrucción intestinal que producía daba lugar a una disminución e incluso eliminación del ciclo menstrual.

Como último comentario, resaltar que ciertos componentes de estas arcillas tenían efectos narcóticos e incluso adictivos, convirtiéndose la bucarofagia en una moda extendida entre las jóvenes cortesanas del siglo XVII, que se extendió a la literatura de reconocidos escritores como algo completamente normalizado.