QUIÉNES SOMOS       EQUIPO       JORNADAS ANTERIORES       CONTACTO       SUSCRÍBETE

Marcelino Sugrañes, Presidente de Rosa Gres

Cerámica y construcción 4.0 

Hoy en día en nuestro sector ya se habla de la industria 4.0, pero poco de la construcción 4.0. De la misma manera que la industria busca ser más eficiente y productiva, también lo aspira a ser la construcción.

Ahora bien, si miramos la baldosa cerámica como parte del proceso constructivo de una edificación, vemos que su colocación e instalación, todavía se hace mediante métodos artesanales, que, en lo fundamental, no han variado en cientos de años.

Seguramente muchos fabricantes han tenido reclamaciones y malas experiencias debido a una colocación en obra deficiente, que redunda en la culpabilización de la cerámica como material. Es sorprendente que, en un sector tan evolucionado tecnológicamente, el éxito en la utilización de la cerámica dependa de un factor en el que los fabricantes muchas veces están ausentes, como es la instalación de la misma.

Llegados a este punto, nos podemos preguntar qué es lo que se puede hacer como industria. En mi opinión podemos actuar en varias direcciones:

1. Implicarse más en explicar y difundir las mejores prácticas de instalación del producto cerámico. Incluyendo formación a los colocadores.

2. Recomendar los mejores adhesivos y métodos de fijación. Para ello se debe conocer bien lo que hay en el mercado y cuál es el mejor material para cada aplicación (pared, suelo, exteriores, fachadas, industria, piscinas,…)

3. Desarrollar métodos y sistemas que faciliten la colocación y que esta no sea tan dependiente de la capacitación profesional de la mano de obra.

En cuanto al tercer punto, en nuestra empresa llevamos años creando diferentes sistemas constructivos, pero el desarrollo de un sistema que haga que la colocación de la cerámica sea mucho más fiable, rápida y efectiva creo que ha de ser una iniciativa a nivel sectorial. Los fabricantes de cerámica debemos ser parte de la solución.

Para ello, podemos utilizar centros de investigación como el ITC o las cátedras de cerámica de ASCER. En cuanto a su financiación, para una empresa sola el proyecto podría ser inabordable pero no sería el caso si fuera un proyecto conjunto de todas las empresas. En el año 2017 nuestro sector facturó 3.510 millones de euros (1). Una fracción de estos recursos se podría invertir en el desarrollo de estos sistemas.

Facilitar radicalmente la instalación de la cerámica, mejoraría dramáticamente la rapidez y fiabilidad en las obras, aumentaría la sostenibilidad de todo el proceso constructivo y, en definitiva, asegura el futuro del mejor, y más antiguo, material de construcción.

(1) Fuente: ASCER

Marcelino Sugrañes
ROSA GRES Presidente