Principal consecuencia de la crisis energética: pérdida de competitividad
Durante el segundo semestre del año pasado asistimos a un aumento desmesurado de los precios de la energía que consumimos en nuestro Clúster Cerámico. Tanto la electricidad como el gas experimentaron un gran aumento en su precio, el cual está afectando en gran medida a los costes de producción de nuestras empresas.
Tanto las azulejeras como las empresas productoras de fritas y esmaltes son industrias intensivas en consumo de gas y en menor medida de electricidad. Por este motivo, su drástico aumento les está ocasionando una importante pérdida de competitividad.
Durante los últimos meses de 2021 y principio de 2022 en varios de mis viajes he podido comprobar como en algunos de los países que compiten con España en la producción de azulejos, la subida de los precios de la energía ha sido mínima, teniendo en cuenta además que sus precios de partida ya eran mas bajos que los nuestros. Esta situación ha originado en todos estos países un importante aumento de las ventas cerámicas hacia terceros países en los últimos meses del año y continúa en la misma línea durante 2022, desplazando a nuestra gama de producto menos competitivo.
En este principio de 2022 estamos recibiendo información de proyectos de ampliación en todos estos países para aumentar su capacidad productiva debido al aumento de las ventas que están experimentando. Todo esto va a afectar muy negativamente a las ventas totales de nuestro Clúster Cerámico, que pueden reducirse entorno a un 30% debido a la falta de competitividad que hemos explicado. Desgraciadamente, esto puede desembocar en paros productivos, cierres de empresas y despidos de personal.
Para poder evitar esta complicada situación es muy necesario que tanto la Unión Europea como los países que la componemos definamos una estrategia energética e industrial a largo plazo. Debido a la tesitura generada por la Covid-19 y a esta falta de estrategia que hemos comentado, actualmente estamos comprobando que los precios de una gran parte de productos químicos de gran uso en muchos procesos son bastante más caros en Europa que en el resto de países del mundo.
Como bien indicaba mi amigo Paco Retamar (Gerente de Acrilatos) en su artículo de opinión para la publicación de Quimacova el pasado 29/1/2022, debido a la diferencia de coste energético el precio de la sosa cáustica (materia prima básica en multitud de procesos químicos) en EEUU es de 284€/Ton mientras que en Europa estamos pagándola a 475€/Ton.
Analizando el ICIS Petrochemical Index (IPEX), que incluye la variación de los precios en el tiempo de los productos petroquímicos en diferentes regiones del planeta, podemos ver que Europa ha tenido siempre los precios mas elevados pero desgraciadamente en los últimos meses la diferencia entre Europa y el resto de las regiones es cada vez pronunciada.
Tengamos en cuenta que la gráfica adjunta afecta a productos como el butadieno, propileno, polipropileno, etileno, polietileno, estireno y tolueno. Todos ellos utilizados también en una gran variedad de procesos químicos. Todo esto nos ha llevado a que los precios de los derivados del etileno en EEUU en enero hayan sido un 42% más baratos que en Europa. Si nos comparamos con los mercados asiáticos, desgraciadamente la diferencia a su favor es mayor del 50%
La clara estrategia tanto energética como industrial de EEUU los ha llevado a otorgar licencias para construir plantas químicas que actualmente están a pleno rendimiento y les permiten disponer de producto muchísimo más barato que nosotros. Por otra parte, desde hace un tiempo volvieron a poner en marcha sus plantas de fracking para obtener petróleo y gas a precios más competitivos que los que hay actualmente en el mercado.
Asia, como todos sabemos, es la fabrica del mundo y una vez superados los problemas logísticos del último año volverán a recuperar toda su competitividad, lo que hará más complicado si cabe el futuro competitivo de nuestras empresas.
Por todo ello hago un llamamiento para aunar esfuerzos por parte de todos y poder discutir entre todas las partes implicadas sobre el futuro energético e industrial que queremos para nuestro país y para la Unión Europea. Si no damos este paso y decidimos entre todos el mejor futuro posible, nuestras grandes empresas acabarán deslocalizándose a todos esos países donde todo son facilidades y los costes desgraciadamente les permiten ser mucho mas competitivos que en Europa.
Managing Director en Zschimmer & Schwarz España