Llegó la hora
El sector cerámico es un ecosistema centenario, que aparentemente ha ido evolucionando acorde a las tendencias del diseño y la utilidad que la sociedad le ha ido dando.
Y digo aparentemente porque en otros aspectos ha avanzado lentamente. Hablo de la mentalidad a la hora de innovar en la forma de cómo gestionar diferentes departamentos de una empresa a través de la tecnología. Ya no sólo los departamentos, sino también la forma en la que vender y mostrar el producto.
Lamentablemente vivimos una de las épocas más difíciles que jamás hubiéramos ni imaginado. Pero sin embargo, aquí estamos. Luchando. Sobreviviendo. No obstante, sí que es cierto que en esta ocasión podríamos aplicar el refrán “no hay mal que por bien no venga”.
Pasamos de tener una vida normal (o lo que la sociedad consideraba una vida normal) a estar encerrados en nuestras casas. Nos quedamos sin asistir a showrooms, sin ferias, sin viajes y sin que el cliente pudiera tocar ese azulejo como prueba irrefutable para comprar cientos de metros cuadrados. Algo sagrado.
¿Y ahora qué hacemos? ¿Cómo vendemos? ¿Cómo enseñamos el producto a domicilio? Estas preguntas se las hacen diariamente los gerentes, directores y propietarios de nuestras fábricas. Probablemente se las haga el resto de la plantilla. Y más probable aún, algún miembro del departamento de marketing haya pensado: “esta herramienta nos ayudaría”, “si usáramos este programa podríamos hacer ferias virtuales”, etc. Pero por miedo a que gerencia lo vea como un gasto, se quedan en el tintero. Hasta hoy.
“La digitalización ya no es una opción, sino una obligación”
Por la situación actual, la digitalización ya no ha pasado a ser una opción, ha pasado a ser una obligación. Los departamentos de marketing y comercial están cobrando más fuerza que nunca para solucionar un problema latente: cómo adaptar la estrategia comercial en el nuevo mundo que parece que se va vislumbrando entre la niebla.
Todos somos conscientes de la competitividad del sector. Actualmente, estamos viendo cómo empresas apuestan más y más fuerte por innovación y tecnología a la hora de enseñar y vender el producto a distancia. La carrera ha cambiado. Ahora ya no consiste en ver qué empresa saca el mejor producto o el mejor diseño (que también), ahora se trata de acertar el método de cómo continuar con el mismo ritmo de ventas a pesar de la pandemia.
Porque no nos olvidemos que lo más importante como en cualquier negocio y sector es la facturación. La tecnología ayuda a aumentar la facturación y la productividad, y no lo digo yo, es algo que está demostrado y testado. Quizá la pandemia haya traído algo bueno al sector cerámico: el abrir los ojos y ver a la tecnología como una aliada.
CEO de Estudio Cactus