La colocación de sistemas de revestimiento cerámico es una realidad cada vez más compleja que afecta a todo el sector de forma integral. Aportamos aquí algunas reflexiones dirigidas a no colocadores del sector cerámico sobre la falta de profesionales, la formación y cualificación o como evitar patologías.
El sector cerámico ha alcanzado en los últimos tiempos grandes logros, ha conquistado nuevos usos y destinos y se ha esforzado en seducir al cliente sobre las inmejorables prestaciones técnicas y estéticas de la cerámica frente a materiales alternativos.
No obstante, son de grandes dimensiones los desafíos a los que debe enfrentarse el mundo de la cerámica como solución constructiva. A nuestro entender, la colocación no es precisamente de los menos importantes.
La oferta actual de productos cerámicos ha evolucionado enormemente y está desafiando la capacidad de los recursos humanos, los materiales, el equipamiento y los sistemas constructivos tradicionales. La oferta actual de baldosas cerámicas se está polarizando cada vez más en formatos y espesores, con baldosas y láminas cerámicas de muy gran superficie que conviven con productos de formatos pequeños y diferentes formas, relieves y espesores.
En este contexto, la importancia del factor humano y su cualificación en proceso de diseño, prescripción de materiales y ejecución del sistema cerámico es todavía más crítico y relevante en el presente y el futuro para la viabilidad técnica de los proyectos.
El sector de la fabricación y distribución de cerámica y el sector de la construcción, están sometidos a una elevada demanda que pone a prueba la capacidad de los recursos para satisfacerla en condiciones favorables. La cadena de valor de la cerámica es una combinación de estos sectores y la experiencia de uso y la satisfacción del cliente se alcanza con el revestimiento cerámico debidamente instalado.
Una de las consecuencias importantes desde la perspectiva de la colocación es el desequilibrio estructural entre la oferta y la demanda de profesionales cualificados. Se están posponiendo proyectos por falta de mano de obra y los profesionales cualificados están renunciando a muchos proyectos por falta de recursos.
Otra consecuencia que estamos detectando: a mayor presión de la demanda, menos disponibilidad de los recursos humanos para formarse y cualificarse. Esto provoca a su vez un incremento importante en los dos últimos años en las solicitudes a Proalso de informes técnicos periciales para determinar las causas de patologías en todo tipo de proyectos con cerámica.
La escasez de mano de obra en el sector de la construcción es noticia habitual en los últimos meses. En Proalso veníamos advirtiendo de este desajuste entre la oferta y la demanda de recursos humanos cualificados para la colocación de baldosas cerámicas desde el año 2015. Ya hemos escrito en muchas ocasiones sobre las causas de esta situación que pandemia ha acentuado.
Teniendo en cuenta que la colocación de revestimientos cerámicos es diez veces más intensiva en mano de obra que la fabricación de baldosas cerámicas, esto no es una buena noticia y es evidente que algo hay que hacer.
Ante esta situación, se hace indispensable que las asociaciones del sector junto con las empresas, pero también las administraciones públicas, seamos capaces de trabajar conjuntamente en varias direcciones. En primer lugar, continuar e intensificar la formación profesional continua que permita a todos los profesionales del sector reciclar sus conocimientos y adaptarse a la nueva realidad de la colocación a través del Carnet Profesional Alicatador Solador y del conocimiento de la Norma UNE 138002 de colocación de baldosas cerámicas. Esto incluye la posibilidad de atraer y formar recursos humanos desde otros perfiles profesionales y desde el desempleo. Tenemos los conocimientos y la experiencia para poder llevar a cabo esta labor.
En segundo lugar, y no menos importante, debemos ser capaces entre todos de comunicar y convencer a los jóvenes de las posibilidades que les ofrece el mundo de la cerámica para aprender un oficio dinámico, creativo y desarrollarse profesionalmente. Tenemos que encontrar fórmulas que nos permitan atraer el talento de jóvenes que puedan formarse en el lenguaje de la cerámica del siglo XXI para que puedan asumir el relevo generacional indispensable que permita cubrir la demanda de forma sostenible.
En tercer lugar, el sector debería invertir en investigación e innovación en sistemas constructivos prefabricados, materiales, equipamiento, herramientas, que contribuyan a acelerar los procesos mediante la industrialización con el objetivo de mejorar la productividad de los escasos recursos humanos disponibles.
No obstante, en el hipotético caso que el sector contara hoy con un volumen de profesionales con experiencia y cualificación adecuado para atender la demanda actual, se seguirían produciendo reclamaciones y patologías. Esto es así porque el profesional alicatador solador con experiencia y alta cualificación es una condición necesaria para la calidad en la colocación de sistemas de revestimiento cerámico, pero no suficiente.
Se requiere un enfoque integral en todos los ámbitos de la cadena de valor de la baldosa cerámica para lograr la calidad en el resultado final y en la experiencia de uso por parte de clientes cada vez más exigentes y que valoran también otros materiales alternativos en su decisión de compra. La calidad en la colocación no es responsabilidad exclusiva de los colocadores, es una cuestión que concierne a todo el sector.
Consideramos que el fabricante debe integrar la perspectiva de la colocación y sus condicionantes en el diseño y desarrollo de nuevos productos cerámicos. El distribuidor debe contribuir a un asesoramiento correcto al cliente profesional y particular y sobre todo a una adecuada selección de los materiales. Los prescriptores deben adecuar sus conocimientos para un diseño correcto del sistema cerámico y selección de materiales en los proyectos de obra que evite las patologías y tienen que promover un mejor y más exhaustivo control de la ejecución para detectar las patologías en fases tempranas y evitar reclamaciones de gran envergadura.
Para ilustrar con un ejemplo: en una de las últimas inspecciones que hemos realizado en un proyecto que comprende tres edificios de seis alturas, se produce una patología que afecta a toda la fachada aplacada con lámina cerámica de 3 m de lado y con 3mm de espesor con fibra de vidrio. Contrariamente a lo que se podría esperar, la colocación era más que correcta en todos los aspectos, los materiales y la preparación del soporte también. Sin embargo, el proyectista no había considerado necesario ubicar ni una sola junta de movimiento en más de cinco mil metros de fachada.
Para evitar este tipo de situaciones existe un instrumento muy potente al servicio del sector, la Norma UNE138002 Reglas generales para la ejecución de revestimientos con baldosas cerámicas por adherencia. Las especificaciones de los proyectos deben cumplir con los requisitos que establece esta Norma. De esta forma, se facilitaría enormemente su aplicación en la misma ejecución de la obra.
Matías Martínez
Secretario General de Proalso Asociación Profesional Alicatadores Soladores