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ECONOMIA CIRCULAR ITC

La producción en el sector cerámico bajo el prisma de la economía circular

Europa rumbo hacia un modelo circular

En la actualidad, la economía circular se percibe como una megatendencia mundial irreversible que obedece a una visión estratégica de una economía próspera, moderna, competitiva y neutra. Así, la emergencia de modelos empresariales innovadores, que conjugan el reciclaje, la eficiencia energética, la explotación inteligente de recursos, nuevos patrones de consumo disruptivos, así como nuevas formas de interacción empresarial como la simbiosis industrial, impactan sobre el paradigma lineal del extraer-fabricar-utilizar-eliminar imperante desde la Revolución Industrial.

Economia circular

Paradigmas de la economía lineal y circular. Fuente: PYXERA

 

En este sentido, la Comisión Europea lanzó en 2015 un plan de acción compuesto por 54 medidas para impulsar la transición hacia una economía circular, dotado de un enfoque sistémico en todas las cadenas de valor. El pasado mes de marzo, la comisión publicó un informe donde se analizaban los logros alcanzados en estos 4 años de implantación del plan, subrayando aquellos aspectos que suponen retos a afrontar en el futuro.

 

Del análisis del documento se desprende que el inicio de la transición hacia el paradigma circular ha impulsado la creación de empleo y ha generado nuevas oportunidades de negocio, dando lugar a la aparición de nuevos modelos empresariales y desarrollando nuevos mercados, tanto dentro como fuera de la Unión Europea. Además, en el mencionado informe se remarca que la transición hacia la circularidad refuerza la cohesión social y territorial, favorece una distribución equilibrada del empleo y permite generar un crecimiento equitativo y sostenible.

 

El marco de la economía circular: ideas clave

Con el objeto de transmitir al sector cerámico la inmensa magnitud de esta transición, así como descubrir la riqueza de oportunidades asociadas, desde Vigilancer hemos preparado un monográfico sobre economía circular que verá la luz en las próximas semanas. Este artículo pretende servir como una introducción a dicho monográfico, situando, en primer lugar, el proceso de producción de pavimento y revestimiento cerámico dentro del marco de la economía circular.

 

Con esto, el análisis efectuado se basa en las siguientes ideas:

  1. Minimizar las cantidades de recursos naturales necesarios, especialmente el agua y la energía.
  2. Seleccionar de forma eficiente las materias primas, priorizando siempre el empleo de materiales reciclados.
  3. Recircular recursos en el sistema económico, manteniéndolos el mayor tiempo posible, minimizando la generación de residuos.
  4. Minimizar el impacto ambiental.

En definitiva, se pretende no únicamente poder cerrar de forma cíclica los procesos de producción, sino también eliminar dependencias y maximizar su eficiencia.

 

La reutilización de residuos una estrategia clave

A diferencia de lo que ocurre en otros sectores, el cerámico es capaz de reutilizar internamente la inmensa mayoría (alrededor de un 99.5% según apuntan diversos autores) de los residuos generados durante la producción, disminuyendo así el consumo de materias primas. De este modo, fragmentos de azulejos cocidos y sin cocer, lodos procedentes de diferentes etapas o residuos de las fases de molienda pueden reincorporarse al proceso de producción, tal y como se aborda en el proyecto WINCER que se ilustra a continuación.

Introducción de residuos en el proceso de fabricación de baldosas. Fuente: proyecto WINCER

 

Con esto se evita la extracción, transporte y uso de toneladas de materias primas tales como arcillas, feldespatos u óxidos, con el consiguiente ahorro de combustible y, por tanto, minimizando las emisiones de CO2. Un ejemplo ilustrativo es el caso italiano, en el que la introducción de residuos procedentes de la producción de pavimento y revestimiento supone un ahorro de hasta 600.000 toneladas de los materiales antes mencionados.

 

Pero esto no acaba aquí, ya que además el grado de desarrollo tecnológico alcanzado en nuestro sector hace posible la incorporación en la producción cerámica de residuos procedentes de otros sectores. Este es el caso de lodos procedentes de la industria textil, cenizas procedentes de la combustión de biomasa de origen diverso, así como residuos de vidrio procedentes de menaje, lámparas o pantallas dispositivos electrónicos. No obstante, el abanico de residuos de otras industrias absorbibles en los procesos de producción cerámica podría expandirse todavía más a través de la promoción de sinergias entre distintos sectores.

 

Cabe además mencionar, que la selección de residuos procedentes de otros sectores requiere de importantes esfuerzos de investigación, ya que existen múltiples restricciones de tipo tecnológico y medioambiental. En este sentido la reología de polvos y lodos, el tamaño de grano, la facilidad de molturación, la higroscopicidad, su acción sobre las propiedades mecánicas y/o térmicas del producto, las interacciones con esmaltes y/o pigmentos cerámicos empleados en la decoración, así como su efecto sobre las emisiones generadas en el proceso, son solamente algunas de las numerosas variables que limitan la incorporación de cualquier residuo en la producción cerámica.

 

El reciclado de aguas residuales uno de los fuertes del sector cerámico

Otro aspecto clave que tener en cuenta, es la capacidad del sector de reutilizar agua empleada en operaciones tales como la molienda de materias primas, el esmaltado de piezas o las diferentes tecnologías de acabado. Así, la recirculación de aguas residuales, además de un notable ahorro en el consumo de agua, supone un menor volumen de vertidos a eliminar, así como unos costes de tratamiento también menores. Esto es así, ya que las restricciones impuestas por la legislación para el vertido de aguas residuales resultan mucho más estrictas que las limitaciones técnicas (sólidos en suspensión, elementos en disolución, etc.) impuestas por la etapa de proceso receptora de estas aguas recicladas.

 

En general, las cifras para nuestro sector son bastante buenas, con un porcentaje del 70% del volumen necesario en producción cubierto con agua reutilizada y un factor de recuperación (cociente entre el volumen de agua reutilizada y el volumen de aguas residuales) de un 104%. Este último dato, al ser superior al 100%, sugiere el uso de aguas residuales de origen externo y que resulta muy interesante como indicador de la interacción entre diferentes sectores.

 

El producto cerámico cada vez más circular

Centrémonos ahora exclusivamente en el producto, es decir, la baldosa cerámica y sus propiedades intrínsecas. En este sentido, aspectos tales como su inercia química, así como su elevada resistencia térmica y a la radiación ultravioleta, garantizan la durabilidad del producto en ambientes muy diversos bajo condiciones atmosféricas extremas. Esto justifica el tiempo de vida del producto (con estimaciones superiores a los 50 años) y por lo tanto un período de permanencia prolongado en el sistema económico, en perfecta sintonía con uno de los pilares de la economía circular mencionados al principio de este artículo.

Además, aspectos tales como la progresiva reducción del espesor de la baldosa y los avances en decoración con tecnología inkjet, revelan una clara tendencia del sector hacia una reducción en el consumo de materias primas junto con un menor consumo energético asociado. Esto refuerza, todavía más si cabe, el carácter circular del producto cerámico.

 

José Planelles Aragó

Técnico de la Unidad de Inteligencia Competitiva de ITC 

 

Referencias