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Crecimiento sostenible de las ciudades del futuro

Las ciudades ocupan tan solo el 2% del espacio habitable y son responsables, a nivel global, del 70 % del consumo energético, emisiones de gas invernadero y residuos.
 

The global text - Crecimiento sostenible ciudades del futuro

Como puede intuirse de estas cifras dadas por Naciones Unidas en el año 2012 en el marco de las conferencias Rio+20, las soluciones enfocadas a reducir cualquiera de estos 3 indicadores tendrá un excepcional impacto si se aplica en este entorno.

¿Y cuáles son las previsiones en el medio-largo plazo?

Si ya de por si estas cifras son especialmente abultadas, las previsiones y tendencias que se prevén para las ciudades del futuro elevan las mismas hasta valores realmente alarmantes.

Sin ir más lejos, el último informe presentado por Naciones Unidas vinculado a los indicadores medioambientales globales (“Global Environment Outlook 6” GEO-6), prevé que la demanda de energía global para 2050 se incremente un 50-60 %. Si unimos a este hecho la previsión de un incremento de la población en las ciudades desde el 55 % actual a valores superiores al 70 %, queda claro que la sostenibilidad del actual modelo de crecimiento y consumo energético esta más que en entredicho.

¿Qué cambios de modelo son previsibles?

Los cambios de modelo más previsibles son aquellos que vayan alineados con la reducción de las cifras anteriormente comentadas. De entre las múltiples líneas posibilidades vamos a comentar a continuación algunas de ellas:

– Cambio de modelo de generación eléctrica

Venimos de un modelo que ha apostado por la generación de la energía de forma concentrada, con grandes infraestructuras y lejos del lugar donde va a ser consumida. Este modelo, si bien es de gran eficiencia en el lugar de generación, tiene como principales desventajas la necesidad de transportar la energía largas distancias, con pérdidas en transporte y grandes inversiones en instalaciones y mantenimiento. A ello hay que unir el hecho de que estas infraestructuras requieren como materia prima, en la mayoría de los casos, combustibles fósiles, lo cual supone de nuevo elevados costes y, lo que es más importante, enormes cifras de emisión de gases de efecto invernadero.

El futuro pasa por la generación de la energía necesaria, o al menos un gran porcentaje de ella, cerca del lugar que se va a consumir y, a poder ser, a partir de fuentes de energía renovable.

Red convencional vs red inteligente

– Construcción de edificios de energía casi nula

Dado que gran parte del porcentaje del consumo de energía en las ciudades es debido a las necesidades de climatización de espacios, es necesario construir estos edificios de la forma óptima para que estas necesidades se reduzcan al mínimo.

Además de ser un objetivo y un deseo, desde el pasado 31 de diciembre de 2018 es un imperativo. Esto es debido a la publicación de normativa europea vinculada y la consecuente adaptación a la misma que debemos afrontar.

Esta normativa europea es la Directiva 2010/31/UE, modificada recientemente por la Directiva 2018/844/UE. Esta directiva establece que a partir del 31 de diciembre del 2020 todos los edificios nuevos y rehabilitados deberán tener un consumo de energía casi cero, adelantándose dicho objetivo en edificios públicos a finales de 2018.

Si bien esta normativa incide en diferentes aspectos de la construcción, uno de los más interesantes es el aislamiento y acondicionamiento pasivo del edificio, donde las posibilidades para los materiales cerámicos son importantes.

¿Qué oportunidad puede suponer para el sector cerámico?

Todos estos cambios pueden suponer una gran oportunidad para los productos cerámicos. Se puede pasar de ofrecer un producto estándar de revestimiento con sus tradicionales funciones de estética, limpieza e impermeabilidad para zonas húmedas, a un producto más sofisticado y funcional si cabe, que aporte valor a estos indicadores, pasando a un segundo plano el precio.

Un ejemplo muy recurrido es la fachada ventilada, que en su forma más genérica aporta excelentes mejoras de aislamiento al edificio, pero que puede ser fruto de optimización por diferentes vías.

Algunas posibilidades pasan por aprovechar el aire caliente que se genera en la propia cámara de la fachada ventilada. Este aire, que habitualmente entra por la parte inferior, se calienta por la radiación térmica de las piezas cerámicas hacia el interior. Este calentamiento produce, por convección y de forma natural, una corriente de aire que es liberado por la parte superior de dicha fachada.

Otra de las posibilidades pasa por trabajar sobre la propia pieza cerámica, mediante el desarrollo y aplicación de esmaltes cerámicos especiales (fotocrómicos, termocrómicos, reflectores del IR), o incluso trabajando la propia morfología de la superficie de la pieza, para aprovechar la diferencia de la intensidad y ángulo de la radiación solar que se da con el cambio de estaciones, a lo largo del día, o en otras circunstancias.

Otra línea interesante es el desarrollo de sistemas de climatización pasivos basados en procesos naturales, como es el caso de la climatización (refrigeración) por evaporación, objetivo de proyectos de innovación como Hidrocer.

Pero no solo tenemos la vía de favorecer la reducción del consumo energético. Otro camino es colaborar a la reducción de emisiones de efecto invernadero y un gran ejemplo son los productos cerámicos con propiedades fotocatalíticas, cada vez más avanzados y eficientes con las nuevas composiciones mediante el uso de nuevas sustancias dopantes.

No es descartable también el desarrollo de productos cerámicos especiales para interiores, con capacidades especiales para aislar estancias, regular humedad, eliminar olores, propiedades bactericidas o fungicidas…

 

Vicente Lázaro Magdalena

Responsable de Unidad de Inteligencia Competitiva de ITC

Más información:

Planet in Focus – Global Environment Outlook

Directiva 2018/844/UE relativa a la eficiencia energética

¿Cómo pasamos de generación centralizada a generación distribuida?

AEICE publica un manual de Edificios de Energía Casi Nula