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Habitat Inteligente

Analizamos el concepto de Hábitat Inteligente y la oportunidad de mercado que el mismo puede significar para nuestra empresa.

Probablemente el término Hábitat Inteligente no nos resulte tan familiar, pero a buen seguro sí otros conceptos que le han precedido y han ido marcando los primeros pasos en esta tendencia. Es el caso de domótica. Según la CEDOM (Asociación Española de Domótica) domótica se define como “La incorporación al equipamiento de nuestras viviendas y edificios de una sencilla tecnología que permita gestionar de forma energéticamente eficiente, segura y confortable para el usuario los distintos aparatos e instalaciones domésticas tradicionales que conforman una vivienda (calefacción, iluminación, …)”.

Una variante de domótica mucho menos conocida es inmótica. La CEDOM define inmótica como “El conjunto de tecnologías aplicadas al control y la automatización inteligente de edificios no destinados a vivienda, como hoteles, centros comerciales, escuelas, universidades, hospitales y todos los edificios terciarios, permitiendo una gestión eficiente del uso de la energía, además de aportar seguridad, confort, y comunicación entre el usuario y el sistema.”.

Posterior a los dos términos anteriormente comentados apareció un tercero, más concretamente urbótica, que venía a referenciar el espacio no contemplado por los anteriormente comentados, más circunscritos al hogar (domos (latín) = vivienda) e interior de edificios. Por lo tanto, se puede definir urbótica (urb (latín) = ciudad) como la domótica aplicada al espacio urbano.

Esta tendencia de automatización y la exponencial evolución de las TIC’s, especialmente en lo que se refiere a conexiones inalámbricas e Internet, ha dado lugar a una evolución en la terminología con la aparición de múltiples términos, de significado muy cercano a lo anteriormente descrito, pero quizás más humanos y menos técnicos, como son Ciudades Inteligentes (o su traducción al inglés como Smart cities), Industria 4.0, o el propio término Hábitat Inteligente analizado en este post.

Todos estos términos vienen a conceptualizar esta gran revolución, dónde todos los elementos de un espacio están conectados, permitiendo así su control y gestión de forma telemática, y donde va a jugar un papel fundamental durante los próximos años la Inteligencia Artificial, es decir, el dotar a los elementos de cierta independencia en la toma de decisiones a partir del análisis de los datos que vayan recogiendo, con el objetivo de que optimicen su funcionalidad de forma autónoma.

Pero no necesariamente todos los elementos que constituyen este Habitat Inteligente deben de estar dotados de electrónica, sensores o conexiones wifi. El término contempla el espacio de una forma más holística, dándole también importancia a cualquier elemento que aporte valor a mejorar la sostenibilidad del espacio que ocupa, bien por su aportación en eficiencia energética, medio ambiente, generación de energía de forma renovable, mejora de la calidad de vida, etc.

Y es que, desde hace muy pocos años, y vistos los últimos estudios demográficos dónde se apunta una importante concentración de la población mundial en las grandes ciudades (del 70% en 2050), Europa ha decidido que el desarrollo “Inteligente” de estos espacios es primordial para garantizar la sostenibilidad de los mismos. Esto se ha traducido en políticas claramente enfocadas a ello (Ver Plan Nacional de Ciudades Inteligentes), acompañadas también de presupuesto en forma de ayudas y subvenciones, especialmente a las administraciones regionales. Sin ir más lejos, se acaba de aprobar (29 de mayo) en la Comisión Europea una dotación de 120 millones de € para ofrecer internet en el espacio público, de forma gratuita, en hasta 8.000 municipios europeos (WiFi4EU).

Además de las comentadas políticas y presupuestos para alcanzar estos objetivos, también se han iniciado otro tipo de iniciativas. Un ejemplo de ello es la creación de un grupo de apoyo y asesoramiento técnico conocido como GICI (Grupo interplataformas Ciudades Inteligentes). Este Grupo nace en 2012 por petición del Ministerio de Economía y Competitividad. El objetivo de este grupo es confeccionar una visión y agenda estratégica específica que permita el correcto desarrollo de la ciudad del futuro, incluyendo los contenidos de forma transversal de las plataformas con especial incidencia en las tecnologías empleadas en las ciudades. Del mismo nace una clasificación por áreas (aplicable a diferentes aspectos y entre ellos a las soluciones) que es la siguiente:

– Área tecnológica de energía y medio ambiente

– Área tecnológica de edificios e infraestructuras

– Área tecnológica de movilidad e intermodalidad

– Área tecnológica de gobierno y servicios sociales

– Área tecnológica horizontal

Y una serie de áreas horizontales como son Tecnologías de la Información, sensores, seguridad y materiales.

Fig.1.- Esquema de áreas propuesto por GICI

Fuente: Documento Visión 2030 de GICI

Otra iniciativa regional alineada con el Habitat Inteligente es el Think Tank Smart Cities promovido por AVAESEN. Es un grupo de trabajo sobre Smart Cities, donde están involucradas entidades públicas y privadas, y en el que se pretende dar soluciones integrales al Habitat Inteligente. La actividad se centra alrededor de reuniones periódicas en las que se pone en común retos, soluciones, etc. y en las que participa activamente representantes de ciudades y permite conocer de primera mano las necesidades y demandas de las instituciones públicas en el marco del Habitat Inteligente, así como compartir proyectos innovadores y realizar propuestas tecnológicas o de negocio.

Las posibilidades para el sector de baldosas cerámicas dentro del hábitat inteligente están inicialmente bastante acotadas en las áreas de edificación sostenible e infraestructuras viarias (aceras, parques, mobiliario urbano, etc.). Sin embargo, soluciones ya conocidas desde hace unos años como los revestimientos cerámicos fotocatalíticos o los bactericidas están causando gran aceptación por su aportación a la reducción de la contaminación producida por los vehículos de transporte que utilizan combustibles fósiles. Otras funcionalidades como la fosforescencia, piezoelectricidad, fotovoltaica, inercia térmica, etc. también pueden ser implementadas en nuestros materiales con el objetivo de posicionar nuestros productos en este mercado incipiente.

El pasado 26 y 27 de abril se celebró el III Congreso de Ciudades Inteligentes en Madrid, en el que se pudo ver un gran número de iniciativas en materia de sostenibilidad, mejora de la eficiencia, movilidad y, en definitiva, el desarrollo de las TIC y el Internet de las Cosas , todas ellas aplicadas a la mejora de la vida cotidiana de los ciudadanos. Para aquellos que deseen profundizar en estas iniciativas, es posible descargar el libro de comunicaciones.

Vicente Lázaro

Responsable de la Unidad de Inteligencia Competitiva de ITC